Este artículo no es estrictamente
jurídico, trata de una ley universal no escrita. Pues sí, ¡menudo campeonato de
Europa se ha marcado Pau Gasol! Ya con el oro conseguido, en la retina nos
queda la exhibición del pasado jueves en la semifinal contra Francia. Pau fue
imparable, lo sufrían sus rivales, lo sabían sus compañeros, anotaba sí o sí,
se veía en sus ojos, su mirada era distinta. “Te sientes tan fuerte que
piensas que nadie te puede tocar” que cantaban los Héroes del Silencio
Apenas he jugado a baloncesto, quizás tú
tampoco, pero ambos conocemos esa sensación. Me refiero a esa sensación en la
que piensas que aquello que estás haciendo, no hay nadie que pueda hacerlo
mejor que tú. Momentos en los que parece que has parado las agujas del reloj y,
sin embargo, el tiempo pasa mucho más rápido de lo que imaginabas. Te apasiona
de tal modo lo que estás haciendo que olvidas que pueda existir algo más.
Fluyes como el agua, percibes que eres especial. Esa sensación es difícil de
describir, pero su simple recuerdo te hace sentir especialmente poderoso. A
esto es lo que llama el gurú del desarrollo de la creatividad, Sir Ken
Robinson: “estar en la zona”.
Todas las personas poseemos una o varias
facetas que dominamos, en las que tenemos unas determinadas virtudes o
habilidades para desarrollarlas de manera excelente y que además, nos
hacen disfrutar. Ralph Waldo Emerson lo tenía muy claro: “Todos los hombres
que conozco son superiores a mí en algún sentido. En ese sentido aprendo de
ellos”. Cuando por fin encontramos esa parcela, experimentaremos
momentos en los que nos situamos en tal estado, que parece que el cuerpo se
conecta a una corriente que lo carga de energía y, sin embargo, no se gasta
ni un ápice de ella, y esto con independencia del esfuerzo físico que se esté
efectuando. Gasol, a sus 35 años, en la semifinal, tras cuatro cuartos y una
prórroga, en la última jugada del partido cogió el rebote en su canasta, y tras
recorrerse toda la pista acabó machacando el aro rival.
Y no es requisito imprescindible ser
deportista para encontrar tu zona y experimentar lo que ahí se siente. Yo
he estado en la zona mientras preparaba un alegato para un juicio. Los autores
encuentra su zona mientras escriben una novela, también la experimentan los
músicos, “la sensación de escribir música es como una droga”
explicaba un miembro del grupo My Chemical Romance. Puedes estar en la zona
mientras pasas el tiempo con tu pareja. Incluso encuentran la zona estudiantes
de oposiciones durante horas de su estudio por muy compleja que resulte la
materia. Grandes oradores como Barack Obama están en la zona cuando pronuncian
sus discursos más exitosos, ¿Has escuchado algún discurso de Martin Luther King
Jr? Te lo recomiendo, es un ejemplo claro de estar en la zona, su mirada es la
misma que la de Pau contra Francia.
El inconveniente es que uno no puede estar en la zona de forma
permanente, y es esto lo que la convierte en algo tan especial. Puede
resultar caprichosa, pero la zona no la encontrarás por azar. Requiere
encontrarte en un estado determinado cumpliendo siempre con dos requisitos: hacer algo
que te gusta hacer y tener el propósito de hacerlo bajo la premisa de la
excelencia. Solo así estarás en condiciones de encontrar la zona, y cuando llegas a
ella, das con una de las sensaciones más extraordinarias que puedes
experimentar, ser el dueño de tu propia vida.
Gran artículo, un placer volver a leer otro artículo del autor aunque en este caso no sea una lección jurídica apta para todos los públicos.
ResponderEliminarComo opositora, ratifico tus palabras. Después de leerlo tienes ganas de ponerte manos a la obra para encontrar ese momento PAU!! Gracias! Es muy motivador!!
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